¿Ya es Navidad?

Desde luego no es Navidad, pero cualquiera podría hacerse esa pregunta a estas alturas del año. La Navidad hace ya tantos años que se ha convertido en una estúpida fiesta consumista, que la gente parece no darse cuenta de que se acerca y hay que avisarles con un mes de antelación. Cada año empieza antes y es más larga, la cuestión es que la gente compre más y más. ¿Es que no ven que aún no estamos ni siquiera en diciembre? Es que ni siquiera ha llegado aún mi cumpleaños (que es mañana, felicitadme o sufriréis una muerte espantosa). Pero pones la televisión y sólo ves anuncios de juguetes, aun no proliferan las películas navideñas todo el día pero alguna ya va cayendo. Sales a la calle y ya ves, ¡desde hace dos semanas!, las luces de Navidad, que además son muy feas.
Estamos a un mes de la navidad, y parece que ya esté aquí. La gente sabe que no me gustan esas fiestas, odio ese aire entre consumista e hipócrita que se respira en el ambiente. Odio esa cantidad de borregos andantes dejandose su poco dinero en comprar regalos y más regalos por una estúpida tradición, cuando no están obligados a ello (pero claro, quien quiere quedar mal). Asistir a absurdas e incómodas comidas familiares para no crear ningún conflicto parental. Escuchar todo el día cansinos (por repetitivos) villancicos o ver a un pobre diablo disfrazado de Papá Noel por la calle por unos miserables euros y con esa sonrisa forzada en la boca.
Todo esto suena muy tópico, y desde luego no es hoy mi día mas inspirado para escribir algo. Se pensará que soy un amargado. Pero no, simplemente siempre he odiado la Navidad. Y cuando llega, llega y esperas que pase. Que te la coloquen un mes antes ya te cabrea.
¿Porque odio la Navidad? Supongo que es una pregunta con difícil respuesta. Siempre he odiado la hipocresía, y esas fechas son las más hipócritas del año. Es Navidad, olvidémonos de todo lo que nos pasa y hagamos como que somos amigos y somos felices. Demasiada falsedad, demasiada hipocresia, demasiados intentos de pintar dos semanas de color de rosa como si las desgracias y las tragedias de cada día no existieran, o las apartáramos a un lado.
Supongo que recuerdo épocas más felices, o personas a las que echo de menos, o que veo que nada tiene que ver mi ciudad con esas bonitas estampas que tanto nos dan las películas amerícanas: bonitas luces, villancicos algo menos ridiculos y, sobretodo, la nieve y el frío. En 30 años sólo ha nevado 4 veces aquí, para que esperar.
Podría seguir, pero no llevaría a ningún lado. Sólo más palabras inconexas una detrás de otra para intentar describir una sensación que, seguramente, va más allá de unas simples fiestas navideñas. Pero se corre el peligro de empezar a hablar de otras cosas desagradables y, logicamente, ese es no es mi estilo.

1 respuestas:

A-chan dijo...

¡Que decirte, amigo!

Mi caso es completamente opuesto, oh bueno, quizás no tanto.

En mi caso particular, dani, las Navidades tienen detrás los mejores recuerdos de mi niñez, en casa de mi abuela paterna, comiendo helado, escuchando los discos de tango de mi abuelo, todos cenando...

Claro que ese brillo particular desaparece mientras uno va creciendo. Por mi parte, la Navidad y todo ese maravilloso sentimiento de felicidad se desvaneció cuando falleció mi abuela, desde ese entonces, me emociona juntarme con amigos y nada más... Pasa como otra noche más del año, con la excepción de que sigo recordando todas esas noches en su casa.

Pero son las cosas que nos tocan aprender a todo, si me preguntan, de la manera más cruel posible.

Bueno, esto no me quedó como yo esperaba... ¬¬

^^ aunque no sea cristiana ni nada por el estilo, realmente deseo que te sean leves las Navidades, que comas muchas cosas ricas y que disfrutes de los fuegos artificiales!

Saludos!