La última gambeta del Burrito Ortega


A mediados de los 90 Ariel Ortega era un símbolo del fútbol argentino, que no se cansaba de aplaudir a este pequeño genio, dueño de una gambeta y un pase capaces de poner en pie el Monumental de River. Ángel Cappa lo definió como "uno de los últimos regateadores argentinos". Nacido en Ledesma, rodeado de pobreza en la provincia de Jujuy, criado en los potreros de su tierra y puesto en el escaparate del fútbol internacional por River Plate, el Burrito es ahora una imagen rota, golpeado con dureza por el deporte profesional, que maltrata sin piedad a quienes no saben manejar el éxito y son incapaces de aceptar el fracaso y nunca terminan de asumir que su carrera se acerca al final.

Acostumbrado a ser el centro de atención, a vivir rodeado de falsos aduladores, en una realidad paralela, como muchos futbolistas, Ortega parece que no termina de acepar que los focos ya no le iluminen a él y ahora son otros los protagonistas. Inadaptado permanente, nunca se sintió cómodo lejos de Jujuy y el refugio que antes sólo encontraba en el balón y en el césped ahora lo busca en el alcohol, con el que trata de evadirse de la realidad, de la vida, y que le ha obligado a pasar por varias curas de desintoxicación, la última iniciada esta misma semana después de una recaída en plena pretemporada con River.

Sus últimos meses en River se asemejan a los primeros que pasó en Buenos Aires, adonde llegó siendo un niño, y que estuvieron marcados por la melancolía y la añoranza de sus padres. Ahora, además de la familia y de una tierra que nunca quiso abandonar, quizá añore esa felicidad que sólo encontró lejos de Jujuy cuando se vestía con la camiseta de River y pisaba la hierba del Monumental.

Su carrera es un círculo que comienza y termina en River, la entidad que siempre le tendió la mano cuando hubo problemas y ahora trata de alejarle del alcoholismo y recuperarle para la vida. Ortega afronta el partido más difícil y duro de su existencia y si lo gana será gracias, en buena medida, a los miembros del club que le aprecian por la persona que es y no por el jugador que fue. Y gracias a Daniel Passarella, el técnico que más empeño ha puesto para recuperar al Burrito como ser humano.

Ídolo en River, fichaje más caro en su momento en la historia del Valencia, que pagó 1.700 millones de pesetas en 1997, negocio ruinoso para Sampdoria, que desembolsó 2.100 millones en 1998, y para Parma, que subió la cifra hasta casi 2.600 un año después, regresó al Monumental para disfrutar del fútbol junto a Pablo Aimar y antes de emigrar al Fenerbahçe turco, al que dejó tirado sólo unos meses después, por lo que se ganó una sanción de año y medio sin jugar por parte de la FIFA. Newell’s le concedió una nueva oportunidad y Ortega dejó detalles que ayudaron a los de Rosario a ganar el Apertura 2004. Su último título, aunque para él su última victoria fue regresar a River Plate. Pero ningún triunfo será tan importante como superar el alcoholismo, el rival más duro al que jamás se ha enfrentado y contra el que no sirven las gambetas que una vez le hicieron grande.

Y es que como canta su compatriota Andrés Calamaro, Ariel Ortega "siempre eligió la misma dirección, la difícil, la que usa el salmón". Hasta ahora su vida ha sido a contracorriente.

2 respuestas:

Anónimo dijo...

Ola Dani....
el otro dia leí 1 comentario q m dejaste en un blog...( el blog ese, q sta + q muerto...xd ) i m izo gracia! xd

Q tl todo? Lo poko q e leido..m e qedao' =......tu siempre ablando d cosas AJENAS a ti....

La navidad...pues tmpoko es 1 epoka tan mala...ay q saber aprovechar-la...i saber acerla interesante. ( ejem...yo trabajé cada dia festivo... i no m kejo d ellas! )

La foto d la mujer-rakitika...mu interesante...lo dibujaste tu? Da mucho q pensar,la verdad.

En fin...q aver si t pasas x mi fotolog....i m cuentas algo!!!!

Muchos besos*

PD: x cierto..tienes cambio de 5 euros?? XD

Anónimo dijo...

Hola, dani!
lamento dejarte un comentario tan tarde, pero he tenido problemas con la pc y los flogs y blogs... U-U

jejeje

el burrito... ¬.¬ nunca me gusto, ni como jugador ni como persona xD pero bueno, gustos son gustos

te voy dejando,dani!
saludos!